jueves, 2 de mayo de 2013

Eco.

¿Has estado alguna vez delante de una cueva y has gritado para escuchar tu eco? Puede ser una cueva, una habitación,... cualquier lugar en donde pueda a ver eco, ¿te has fijado que todos esos lugares están vacíos?
Mucha gente le resulta divertido el eco, pero... ¿acaso no es más que una misma palabra o frase qué se repite muchas veces?
Creo que sin darnos cuenta podemos ser una persona con un eco en el interior. Vacíos por dentro, sin ninguna emoción y con una frase que se repite muchas veces en nuestra mente: ''no soy nada'', ''no sirvo para nada'', ''no era suficiente para él'',... Y cuando ocurre eso crees que no puedes huir de esa voz, pero ¡sí, que puedes! empieza a llenar tu interior de amor, de confianza en ti mismo, de amistad; cuando vayas llenándote dejarás de escuchar ese terrible eco y empezarás a escuchar la maravillosa canción de tu vida.